Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Se acercaron al borde.
Los empujó, y volaron.

Guillaume Apollinaire

martes, 27 de diciembre de 2011

Cada uno a lo suyo


Cada uno a lo suyo

Un hombre se va al bar con los amigos
todas las noches.

Cada uno a lo suyo

Una mujer se pone pesada, llora.

Cada uno a lo suyo

Los niños gritan y su madre más.

Cada uno a lo suyo

Alguien duerme entre cartones en un cajero,
es invierno.

Cada uno a lo suyo

Una desquiciada fuma sin parar
y camina muy rápido hablando sola.

Cada uno a lo suyo

Hay mendigos que piden
-están así porque se lo buscaron ellos-

Cada uno a lo suyo

Un hombre muy formal con un maletín
viaja a Suiza, a las Islas Caimán y a las Bahamas.

Cada uno a lo suyo

Un barrendero muy cansado, cercano a los sesenta y cinco,
cocina para su hijo deficiente, luego pasean,
lo lleva de la mano, el hijo es grande, le pasa dos cabezas o tres,
eran cuatro de familia, ahora son dos.

Cada uno a lo suyo

Un político y una política
sonríen muy bien
gracias a un curso subvencionado
y a Vitaldent (subvencionado también).

Cada uno a lo suyo

Un matrimonio con dos hijos,
uno de ellos con enfermedad rara
se les comió los ahorros,
ahora los desahucian.

Cada uno a lo suyo

En el restaurante piden chuletón
en su punto, la mayoría poco hecho,
otros vuelta y vuelta, otro muy hecho.

Cada uno a lo suyo

Hay quien sólo lechuga verde con reducción de Pedro Ximénez.

Cada uno a lo suyo

Una madre con su hijo de cinco años
hace fila en la Cocina Económica,
justo cuando llega se han acabado las plazas,
el marido autónomo y jugador de maquinitas,
ha conseguido colarse.

Cada uno a lo suyo

Un adolescente descorazonado
busca conversación tranquila,
acaba en un tumba tumba atronador
en coma etílico.

Cada uno a lo suyo

Un desempleado nervioso, separado de su mujer
y de su hijo, atraca un banco con una pistola de fogueo
(no encontró una de verdad)

Cada uno a lo suyo

Muchas mujeres son obligadas a prostituirse
y niñas y adolescentes también.

Cada uno a lo suyo

Un vecino pega a su mujer, se les oye, a ella se la ve con la cara hinchada
y gafas grandes, él siempre lleva buena colonia que perfuma el ascensor.
Otra vecina grita, desprecia y humilla a su marido, a él lo veo sumiso,
como perro apaleado, ella va muy elegante, tiene mucho gusto vistiendo
y es simpática en el ascensor, él medio sonríe.

Cada uno a lo suyo

Una mujer está pensando
en hacerse la liposucción 
y le ha prometido a su hija un aumento de pecho
si aprueba Esade a la primera,
el padre no quiere pero no cuenta.

Cada uno a lo suyo

Algunas mujeres mayores caminan, pasean, van a misa,
caminan despacio y miran, miran a ver quién se encuentran
para charlar, charlar un rato, que se pase el día,
-que la casa se me echa encima- dicen.
Algún hombre irritado con su madre porque se hace la víctima
dice “estos viejos no dan más que trabajo”.

Cada uno a lo suyo

Alguien dice en voz baja: -hay poco amor-,
los demás se ríen,
le dan un golpecito en la chepa
… …
se toman más cervezas antes de irse.

Cada uno a lo suyo


.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Azul

   óleo s/lienzo (62 x 48)

óleo s/lienzo (55 x 38)

jueves, 15 de diciembre de 2011

Waiting for the miracle




Nena, estuve esperando,
esperando noche y día.
No ví el tiempo,
y esperé la mitad de mi Vida.
Hubo un montón de invitaciones
y sé que me enviaste algunas,
pero estaba esperando
que el milagro, que el milagro llegara.

Sé que realmente me amaste,
pero, ya ves, mis manos estaban atadas.
Y sé que debe haberte dolido,
debe haber herido tu orgullo
haber estado bajo mi ventana
con tu clarín y tu tambor,
y yo allí arriba esperando
que el milagro, que el milagro llegara.

Ah, creo que no te gustaría,
no te gustaría este lugar.
No hay entretenimiento
y las sentencias son severas.
El Maestro dice que es Mozart
pero suena como chicle
cuando estás esperando
que el milagro, que el milagro llegue.

Esperando el milagro,
no queda nada por hacer.
No había estado así de feliz
desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Nada queda por hacer
cuando sabes que has sido excluido.
Nada queda por hacer
cuando estás mendigando una miga.
Nada queda por hacer
cuando tienes que seguir esperando,
esperando que el milagro llegue.

Soñé contigo, nena,
fue justo la otra noche,
estabas casi desnuda,
ah, pero parte de ti estaba iluminada.
Las arenas del tiempo caían
desde tus dedos y tu puño
y estabas esperando
que el milagro, que el milagro llegara.

Ah, nena, casémonos,
estuvimos solos demasiado tiempo.
Estemos solos juntos.
Veamos si somos tan fuertes.
Sí, hagamos algo loco,
algo absolutamente equivocado,
mientras esperamos
que el milagro, que el milagro llegue.

Nada queda por hacer
cuando sabes que has sido excluido.
Nada queda por hacer
cuando estás mendigando una miga.
Nada queda por hacer
cuando tienes que seguir esperando,
esperando que el milagro llegue.

Cuando has caído en la autopista
y estás tirado en la lluvia
y preguntan cómo estás,
por supuesto que dirás que no puedes quejarte.
Si te están apretando para sacarte información,
ahí es cuando tienes que hacerte el tonto:
sólo di que estás ahí esperando
que el milagro, que el milagro llegue.

martes, 13 de diciembre de 2011

sábado, 10 de diciembre de 2011

El día y la noche


Los amantes buscaban la noche,
el día envidioso se enfureció,
la ató de pies y manos,
la amordazó y la encerró.

El día se extendió kilómetros
y kilómetros a la redonda,
dueño y señor del mundo.

Pasó el Tiempo
y quiso azotar al día
por su soberbia,
así que llegaron
días envasados al vacío,
tantos, que aborrecido, 
plastificado y pestilente,
el día cayó en la cuenta
y a la hora del crepúsculo
desató a la noche,
le quitó la mordaza …la besó,
la noche escapó y
anocheció.

.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Hybris

óleo s/lienzo (60 x 80)


HYBRIS

EN la cima, la nada.
Pero todo se arriesga por la cima
del amor o del arte.

AURORA LUQUE

viernes, 2 de diciembre de 2011

Walking

óleo s/lienzo (46 x 61)


Sólo se comunica a los demás una orientación hacia el secreto, sin poder nunca expresar objetivamente el secreto.

"La Poética del Espacio"  GASTÓN BACHELARD



martes, 29 de noviembre de 2011

Aspirinas


CUESTIONES 

5. 

Te rompes los sesos pensando
la quiero o no la quiero;
querer se quiere siempre, lo que pasa
es que a veces querer es otra cosa
y todo lo que sabemos es otra cosa,
así que no sabemos nada, y ya es bastante
no saber nada y seguir con la tarde
tan hermosa y andar la tierra arada
que decía, y cansarse un poquito. 

8.

Alguien me ha hablado
de una isla desierta y yo le he dicho:
pero existe una isla desierta?
Claro que en el mundo existen
muchas islas desiertas, es decir,
espacios rodeados de almas
por todas partes que son las aguas,
aunque desierto e isla son términos
imposibles, sobre todo si se piensa
que el amor no tiene refugio
más que en lo hondo de cada uno,
que es lo que le dije cuando me dijo
aquello de la isla desierta.
Y es sabido que cada uno
lleva dentro su isla desierta
y cuando llegas a verla, no está,
y te encuentras que la llevas contigo
donde vayas, esa isla desierta
que somos cada uno de nosotros,
rodeada de nosotros por todas partes,
de manera que no hay manera de llegar.

12. 

Si cuando pienso en la isla desierta
no estuviera pensando en mí mismo,
si cuando me siento en una piedra en lo alto,
no estuviera pensando en mí mismo,
si cuando me visto, me desnudo o me afeito
no estuviera pensando en mí mismo,
no estuviera ahuyentando fantasmas
de mí mismo,
los muchos fantasmas del yomismo
que soy,
si me desenterrara y me rayera
de este yomismo que soy,
quizá sería un hombre libre.


“Entre otros olvidos” de JOSÉ ANTONIO MUÑOZ ROJAS

lunes, 28 de noviembre de 2011

Creando la realidad


    "La expresión  ‘inventar posibilidades en la realidad’ puede sonar extraña, porque en castellano la palabra ‘invención’ cambió hace siglos de significado. El exabrupto de Unamuno –“¡que inventen ellos!”- era típicamente hispánico. Los primeros diccionarios recogieron la palabra ‘invenciones’ con el significado de fabulaciones y mentiras, con lo que perdieron la acepción original, que era ‘encontrar’. Crear es inventar posibilidades, es decir encontrarlas. Lo mismo significa ‘trovar’. Los trovadores encontraban el encanto, el amor y la rima. Lo posible, que aún no existe, surge de la acción de la inteligencia sobre la realidad. Las cosas tienen propiedades reales, en las que inventamos posibilidades libres. En la propiedad real del petróleo, que es producir energía, el hombre descubrió la posibilidad de volar. El bloque de mármol contenía como posibilidad el David que Miguel ángel inventó. Que una de las posibilidades de la piedra era ser castillo o catedral o acueducto fue un magnífico descubrimiento. Contemplada a partir de esa función, la inteligencia se convierte en fecundadora de lo real, que adquiere así una cierta ilimitación. No estaba implícito en lo real  que unas insignificantes rocas pudieran transformarse en bronce y el bronce en la espiritada figura del San Jorge de Donatello. Ésa era una posibilidad libre. También lo era que la sexualidad humana pudiera enlazarse con un sentimiento amoroso. Lo que aparece es real, pero pertenece al momento libre de lo real, que sólo aparece por la inteligencia humana.

[…]

    Lo que al contemplar una obra de arte nos produce esa peculiar euforia, esencial a la experiencia estética, es comprobar lo que la inteligencia ha sido capaz de hacer con la realidad. Percibimos en su fecundidad el espejismo de una vida más amplia, una inconcreta promesa de felicidad. La aparente puesta en fuga de la limitación hace que nos sintamos ligeros. Bien mirado, ¿no parece imposible que el aire, al pasar por un tubo, silbe una melodía de Mozart? Una orquesta es una conjunción sorprendente de maderas horadadas, cuerdas, tripas, cajas, metales e inteligencia.

    Entre los instrumentos musicales y los troncos, piedras y animales de los que proceden hay un intervalo admirable. Un piano o un clarinete son tratados condensados de talento creador. Un nuevo intervalo se abre entre ellos y la exaltada sonoridad de la sinfonía que producen. Un intervalo es el espacio abierto por el hombre en la realidad bruta, para dar a luz sus posibilidades. Ésa es la obra creadora. Al ciprés pintado por Van Gogh le separa del ciprés real una distancia, un hueco en el que encontramos, como un poderoso Hércules que separando los continentes diera amplitud al mar, la inteligencia creadora del pintor. Entre la fauna de batracios elegantes que poblaba los salones de Paris y las fascinantes criaturas envueltas en telas de araña que viven En busca del tiempo perdido, el intervalo es Proust. Cuando despabilamos el ánimo o hacemos un regalo, cuando desdeñamos el hablar negligente –cómodo y mortal- o el silencio –mortal y casi siempre asesino- para  empeñarnos en elevar el estilo, no estamos haciendo una obra de arte –eso no es tan importante-, sino un acto de inteligencia creadora, que es, como veremos, comprobación y ejercicio de libertad. Lo que al contemplar una crueldad o un error nos produce irritación es saber que aquello podría haber sido de otra manera.

    Si acabara aquí la descripción, pecaría de optimista. El hombre ha inventado la música de cámara, pero también la cámara de gas. En nuestro haber figuran la belleza y el horror, y tejemos el porvenir con esperanza y miedo. Al fin y al cabo, dicen que la angustia no es más que la conciencia de la posibilidad. Estamos obligados a elegir y nada nos asegura que lo hagamos con acierto. De ahí que sea necesario discernir las posibilidades. La ética no es más que el salvavidas al que ha de aferrarse la inteligencia, tras haber naufragado en las posibilidades que ella misma engendró".

“Teoría de la inteligencia creadora” de JOSÉ ANTONIO MARINA

martes, 22 de noviembre de 2011

lunes, 21 de noviembre de 2011

Fertile land

óleo s/lienzo (27 x 22)


óleo s/lienzo (61 x 46)


jueves, 17 de noviembre de 2011

Vela

óleo s/lienzo (38 x 55)

martes, 15 de noviembre de 2011

Pink

óleo s/lienzo

To Gastón 

Veo tu rostro
veo tu mirada
veo tu dolor oculto
descubro tu inocencia descolgándose.

Tus manos enrojecidas
por aferrarte al espigón
y resistir los embrutecidos embates.

Veo tu desaliento por recoger, unir y pegar
los caídos jirones de tu candor roto
que no dejaste caer del todo.

Me lanzas tu súplica
como la del niño huérfano
y me hielas … 

Lo siento, lo siento, lo siento,
quiero abrazarte y podría besarte
pero no acompañarte.

Perdóname por jugar con tu mirada,
no sabía lo profundo de tu herida,
no sabía de tu silenciosa hermosura.
Tu soledad es la mía.



lunes, 14 de noviembre de 2011

Luna llena

óleo s/lienzo


No le digas a la montaña
que no puedo ascender,
No le digas al río
que no puedo cruzar,
No le digas a los árboles
que no alcanzo sus frutos,
No le digas a la tierra
que no me quiero manchar,
No le digas a los pájaros
que me alejo de su piar, 
No le digas al mar
que lo he dejado de amar.

La luna no puede saber
que no alzo mis ojos en la noche.

Que el sol me perdone
por bajar las persianas.

El aire ya sabe
que tengo cerradas mis ventanas
pero él se cuela y me acompaña.


viernes, 11 de noviembre de 2011

Albo(roto)


Ruge la fuerza indómita,
las entrañas se agitan,
se retuercen,
empujan ávidas
al encuentro de… lo otro
¿que forman lo mismo?

Lo mismo se hunde partido
fundiéndose en lo desconocido
… y se pierde.

Células que inquietas hierven,
como ramas en la selva,
desesperadas se yerguen,
se estiran, se alzan,
ascienden,
suplicantes de los rayos dorados.

Se doblega y se entrega
(a sí mismo).

.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Bosque

óleo s/lienzo (73 x 92)

Cold

óleo s/lienzo (56 x 38)

Dance

óleo s/lienzo (61 x46)

domingo, 6 de noviembre de 2011

viernes, 4 de noviembre de 2011

jueves, 27 de octubre de 2011

...la cortina impalpable


Me basta así


Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreir,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de eso sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso-;

entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz , y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas....

(Escucho tu silencio.

Oigo
Constelaciones: existes.

Creo en ti.

Eres.

Me basta.)


Ángel González