Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Se acercaron al borde.
Los empujó, y volaron.

Guillaume Apollinaire

domingo, 30 de septiembre de 2012

Sobre el profundo deseo de mejorar




¿Cuánto tiempo tarda nuestro cerebro en reaccionar conscientemente al sentir compasión psicológica?

El ser humano tarda, al menos, medio segundo en sentir compasión ante el dolor psicológico de otra persona. ¿Es esta reacción rápida o lenta? Si tenemos en cuenta el funcionamiento de las neuronas, se trata de una reacción bastante lenta porque requiere de muchos más elementos. El inconsciente es muchísimo más veloz y, por este motivo, tan sólo necesitamos unos 20 milisegundos para sentir compasión frente al dolor físico. Pero, si tenemos en cuenta la escala de tiempo del ser humano, las reacciones movidas por la consciencia transcurren en lapsos de tiempo más que aceptables.

Si la consciencia retarda nuestro tiempo respuesta, ¿qué ventajas evolutivas nos proporciona?

El principal motivo por el cual la consciencia se seleccionó reside en que proporciona una serie de ventajas muy valiosas a la hora de gestionar la existencia. Nos da la capacidad de estar siempre pendientes de nuestra propia vida, de forma que nos convierte en seres preocupados por el proceso vital que nos empuja. Además, dirige nuestra atención y nos permite emplear nuestro cerebro en cosas mejores, en trabajos más sofisticados, con el objeto primordial de satisfacernos.

¿Es la cultura unos de esos trabajos sofisticados?

La consciencia es el pasaporte imprescindible para desarrollar una cultura. Si eres consciente del sufrimiento, entonces te conviertes en alguien escrupuloso a la hora de alterar el entorno. ¿Y cómo se modifica el entorno? por ejemplo, minimizando los elementos que son causa de sufrimiento, o bien creando elementos que producen bienestar, como una melodía musical o una pintura. Cuando un terremoto sacude una población, rápidamente nos preguntamos cómo puede ser que ocurran cosas así, nos preguntamos qué estructuras de la corteza terrestre son responsables de estas desgracias y, consecuentemente, el ser humano trabaja para detectarlas y modificarlas. La cultura y sus instrumentos – entre los que se incluyen el comportamiento moral, la justicia, los sistemas socio-políticos, la economía, la ciencia y la tecnología- se crean como respuesta a las dificultades del entorno, de la vida. A los cerebros complejos les mueve un profundo deseo de mejorar. Y, lo más importante, esta respuesta ante los obstáculos no le ocurre a una sola persona sino a muchas a la vez.

¿Concibes, entonces, la cultura como una herramienta que actúa como regulador social?

Efectivamente. De la cultura y sus instrumentos emergen una serie de mecanismos, similares a los que en nuestro organismo sirven para regular la presión sanguínea o el sistema inmunológico. La única diferencia es que estas funciones de regulación biológica se asentaron hace mucho tiempo y lleva un largo periodo perfeccionándose, mientras que la regulación social basada en la cultura continúa progresando. Si prestamos atención al camino recorrido por este nuevo tipo de mecanismo social, comprobamos que no vamos desencaminados. Por ejemplo, la Historia nos muestra que el índice de violencia que azota el planeta disminuye progresivamente. Definitivamente, el mundo es menos violento ahora que hace mil años e incluso que hace cien años. Y es que la cultura es algo que incide en la sociedad y la equilibra. 



De la entrevista realizada a ANTONIO DAMASIO (neurobiólogo) en el número 10 de la revista REDES

 

Ain´t got no/ I got life


miércoles, 26 de septiembre de 2012

Exposición


EXPOSICION DE PINTURAS MERCEDES BLANCO
Centro Cultural Caja Rioja - Gran Vía, 2 - Logroño
del 26 de septiembre al 11 de octubre
de lunes a sábado, excepto festivos, de 18 a 21 h.
 
 
 

martes, 18 de septiembre de 2012

Banco de hielo

óleo s/lienzo (60 x 73)

domingo, 9 de septiembre de 2012

Cuando no estamos seguros de nada



ALGO SOBRE EL ALMA 

Alma se tiene a veces.
Nadie la posee sin pausa
y para siempre.

Día tras día,
año tras año
pueden transcurrir sin ella.

A veces sólo en el arrobo
y los miedos de la infancia
anida por más tiempo.
A veces nada más en el asombro
de haber envejecido. 

Rara vez nos asiste
en las tareas pesadas,
como mover los muebles,
cargar las maletas
o recorrer caminos con zapatos apretados.

Cuando hay que cortar carne
o llenar solicitudes,
generalmente está de asueto.

De mil conversaciones
toma parte sólo en una,
y no necesariamente,
pues prefiere el silencio.

Cuando el cuerpo nos empieza a doler y doler,
escapa sigilosamente de su hora de consulta. 

Es algo quisquillosa:
con disgusto nos ve en la muchedumbre,
le repugna nuestra lucha por supuestas ventajas
y el rumor de los negocios.

La alegría y la tristeza
no son para ella sentimientos distintos.
Sólo cuando se unen
está presente en nosotros.

Podemos contar con ella
cuando no estamos seguros de nada
y tenemos curiosidad por todo.

De los objetos materiales
le gustan los relojes con péndulo
y los espejos que trabajan afanosos
aunque no mire nadie.

No dice de dónde viene
ni cuándo se irá de nuevo,
pero evidentemente espera esa pregunta.

Según parece,
así como ella a nosotros,
nosotros a ella
también le servimos de algo.

 
-Instante-   WISLAWA SZYMBORSKA

sábado, 1 de septiembre de 2012

escribir...pintar



[…]
 

escribir
‘otoño’
para recordar cómo
uníamos castañas con palillos de dientes
y surgían princesas y perros y dragones
y mi madre era hermosa
y ¿quién sabe? tal vez
fue feliz, también ella,
ese día

escribir 

para arquear el espinazo de las letras
a imagen del dolor
para trazar las líneas de la vida
líneas que se encogen
líneas retráctiles
como nervios apresados en la carne
como venas quebradizas
venenos infiltrados
en las arterias, líneas
que merodean en torno al corazón
calado por la angustia
y el cansancio
líneas como cables tendidos
entre una vida y otra menos vida
líneas ultracortas
líneas entrecortadas
líneas respiradero
líneas túnel
para desembocar
en el horizonte
recuperar allí
las fuerzas del principio pero
líneas quebradas
presionadas
oprimidas, líneas
de vuelta atrás
combadas sobre el tiempo
que queda
el tiempo que nos queda
termitero o volcán
vaciado por los seres (los insectos, la lava)
que operan desde dentro

líneas
de retroceso
¡si fuesen sólo al sueño!
pero no: más abajo. 

escribir
como quien muerde un rayo
con los brazos en cruz 

escribir
que sus pulmones se cerraron
como las alas de una
mariposa.
Dejó un rastro de polvo azul
en los dedos de quienes fueron
a tocarla

escribir
como aquel que se fuga de un hospital y arrastra tras de sí
las sondas, el goteo, la máscara de oxígeno y corre
sobre agujas envenenadas 

¡Despertad!
¡nadie podrá evitarlo!
sólo es cuestión de tiempo
contad los gritos que dais
en el fondo del agua
¡Contad los gritos! 

cada cual con su dolor a solas
el mismo dolor de todos

-Alguien disimula. Sonríe,
devuelvo la sonrisa. Sé
que para él ya oscureció.
También él lo sabe.
Pero se esfuerza. Todos
nos esforzamos.
Gritar es esforzarse.
Gritar es rebelarse.- 

escribir
porque alguien olvidó gritar
y hay un espacio blanco
ahora, que lo habita 

escribir
porque es la forma más veloz
que tengo de moverme 

escribir
 
¿y no hacer literatura?

¡y qué más da!: 

hay demasiado dolor
en el pozo de este cuerpo
para que me resulte importante
una cuestión de este tipo.
                                   Escribo 

para que el agua envenenada
pueda beberse.


CHANTAL MAILLARD