Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Se acercaron al borde.
Los empujó, y volaron.

Guillaume Apollinaire

jueves, 22 de julio de 2010

Entonces

"... entonces, te vi aparecer a unos cincuenta metros, nos íbamos a tropezar en treinta segundos y empecé a sentir los golpes de un aire frío de plata que me congelaba la piel y a la vez me bañaba en un mar demasiado salado y casi hirviendo. Me crucé de acera".

Tú te cruzaste de acera y yo entendí que preferías no saludarme. Ahora ya, un año después soy otra. Nos perdimos en ese momento.

(Para los Microrrelatos 'sudar' )




No hay comentarios: