Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Se acercaron al borde.
Los empujó, y volaron.

Guillaume Apollinaire

jueves, 17 de junio de 2010

El curso acaba

Un día, un hombre serio

se encontró una niña muda entre las ruinas,

lloraba la pequeña pero él no sabía por qué,

no paraba de llorar.

Quería abrazarla y consolarla

pero no se dejaba.

Caminaban de la mano,

al paso de la niña.

Él serio y ella llorando.

Salieron de los escombros, ahora campo abierto.

Él serio y la niña muda,

caminaban juntos,

él quería ir más deprisa pero ella no podía,

la niña quería jugar pero él no sabía.

1 comentario:

Mercedes Blanco dijo...

"Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.

Y lo perdimos para siempre"
Ángel González