Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Se acercaron al borde.
Los empujó, y volaron.

Guillaume Apollinaire

martes, 25 de mayo de 2010

Sin aliento

Por la mañana
la luz es clara, espectante,
el frescor alienta: sigue ....

hay una luz que hiere
cuando empieza la tarde.

Luego viene el anochecer
y trae el sosiego.

Mañana será otro día.

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