Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Se acercaron al borde.
Los empujó, y volaron.

Guillaume Apollinaire

viernes, 28 de mayo de 2010

Ponerse en marcha

Lo curioso es que comencé a morirme 36 horas antes de nacer y para cuando nací estaba azul de cianosis (falta de oxígeno), con daño cerebral y parecía Quasimodo. Así empecé en esta vida. A los 18 años, en 1946, me dijeron que me quedaban un par de meses de vida. ... Había pasado cuatro años en un hospital en el que me desahuciaron varias veces, me extirparon 10 costillas y sufrí un colapso pulmonar. Tiempo después me volvieron a ingresar aquejado de asma y me dijeron otra vez que me iba a morir. El médico, que ni siquiera entró en la habitación, me dijo: 'No podemos hacer nada por usted, no tiene pulmones y no va a vivir mucho. Váyase a casa, siéntese en una silla y muérase'. Luego se dió la vuelta, se fue y me mandó la factura. Pero como no hago caso a la gente no me morí. Estando en casa tuve una experiencia espiritual, aunque no era consciente de ello, entonces. Me aterrorizó la idea de que iba a morir, el darme cuenta, y que antes me iba a decir a mí mismo: 'Fallaste, lo has jodido todo'. Me di cuenta de que tenía que hacer algo con mi vida, que tenía que escribir. Como sabía que no podía ir a la universidad a estudiar debido a mi enfermedad, me compré una máquina de escribir".
Hubert Selby (escritor norteamericano que empezó a escribir rondando los 40)

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