Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Se acercaron al borde.
Los empujó, y volaron.

Guillaume Apollinaire

sábado, 18 de septiembre de 2010

Abrazando la noche

VIRUS
Un virus ha entrado en mi ordenador
a través de un email
igual que ocurre con una epidemia
o pandemonia.
No deja de ser extraño
que el amor de un mensaje
destruya mi sistema informático.
Me lo merezco
por permitir que el amor viaje por cable
en lugar de viajar por piel.

Cristina Peri Rossi
(Habitación de hotel)

CIUDAD UNO

Inventario de lugares propicios al amor

Son pocos.
La primavera está muy prestigiada, pero
es mejor el verano.
Y también esas grietas que el otoño
forma al interceder con los domingos
en algunas ciudades
ya de por sí amarillas como plátanos.
El invierno elimina muchos sitios:
quicios de puertas orientadas al norte,
orillas de los ríos,
bancos públicos.
Los contrafuertes exteriores
de las viejas iglesias
dejan a veces huecos
utilizables aunque caiga nieve.
Pero desengañémonos: las bajas
temperaturas y los vientos húmedos
lo dificultan todo.
Las ordenanzas, además, proscriben
la caricia (con exenciones
para determinadas zonas epidérmicas
-sin interés alguno-
en niños, perros y otros animales)
y el 'no tocar, peligro de ignominia'
puede leerse en miles de miradas.
¿A dónde huir, entonces?
Por todas partes ojos bizcos,
córneas torturadas,
implacables pupilas,
retinas reticentes,
vigilan, desconfían, amenazan.
Queda quizá el recurso de andar solo,
de vaciar el alma de ternura
y llenarla de hastío e indiferencia,
en este tiempo hostil, propicio al odio.

Ángel González
(Tratado de Urbanismo)

YO CANTO AL CUERPO ELÉCTRICO

4.
Me he dado cuenta de que basta estar con los que uno quiere,
Me basta demorarme al atardecer con aquellos que quiero,
Me basta sentir cerca la hermosa carne, la carne que es curiosa, que respira
y que ama.
¿Pasar entre la gente y tocar alguno, o rozar con el brazo el cuello de un
hombre o de una mujer, no es esto mucho?
No pido otra alegría, nado en ella como en el mar.

Hay algo en estar cerca de hombres y de mujeres y de mirarlos, y en su
contacto y en su olor, que es grato al alma,
Todas las cosas son gratas al alma, pero ésta es la más grata.

Walt Whitman
(Hijos de Adán)

No hay comentarios: