Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Se acercaron al borde.
Los empujó, y volaron.

Guillaume Apollinaire

sábado, 9 de junio de 2012

Lirio de agua



La profunda tristeza, la que viene del pasado, la que hay en el presente y la que se atisba del futuro ¿se podrá transformar en fuerza bella? A través de la música parece que sí, casi se alcanza, a través de los colores también y los movimientos del cuerpo o ciertas miradas o ciertas palabras que nacen del alma también.

Arrancar de la tristeza la alegría, ese es el reto.


2 comentarios:

Nes dijo...

Y ojalá se consiga siempre.
Yo el sábado tuve una pena por no encontrarme con alguien a quien me hubiera gustado ver, la eché de menos, pero sé que el futuro nos deparará algún nuevo encuentro, y ese pensamiento me dió alegría.
Un beso!

Mercedes Blanco dijo...

Gracias, Querida Nes, a mí también me apenó mucho no poder estar allí... Y por supuesto que habrá nuevas ocasiones para vernos, las crearemos! Hay que crear alegría, sí. Muchos besos!