Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Venid hasta el borde.
No, que caeremos.
Se acercaron al borde.
Los empujó, y volaron.

Guillaume Apollinaire

lunes, 4 de octubre de 2010

El tiempo nos cultiva

Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma,
y uno aprende que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad
y uno empieza a aprender.
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas
y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos
y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy,

porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado,
hasta el calorcito del sol quema.
así que uno planta su propio jardín
y decora su propia alma, en lugar
de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale,
y uno aprende y aprende...
y con cada adios uno aprende.

Anónimo

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