óleo s/lienzo
No le digas a la montaña
que no puedo ascender,
No le digas al río
que no puedo cruzar,
No le digas a los árboles
que no alcanzo sus frutos,
No le digas a la tierra
que no me quiero manchar,
No le digas a los pájaros
que me alejo de su piar,
No le digas al mar
que lo he dejado de amar.
La luna no puede saber
que no alzo mis ojos en la noche.
Que el sol me perdone
por bajar las persianas.
El aire ya sabe
que tengo cerradas mis ventanas
pero él se cuela y me acompaña.
4 comentarios:
La pintura es preciosa, y el poema sobrecogedor.
Un fuerte abrazo, Mercedes.
Qué bien! que te gusten. Otro buen abrazo para ti.
qué comprensivo y compasivo el aire. precioso...
Ana
:) Gracias! Anni
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