CUESTIONES
5.
Te rompes los sesos pensando
la quiero o no la quiero;
querer se quiere siempre, lo que pasa
es que a veces querer es otra cosa
y todo lo que sabemos es otra cosa,
así que no sabemos nada, y ya es bastante
no saber nada y seguir con la tarde
tan hermosa y andar la tierra arada
que decía, y cansarse un poquito.
8.
Alguien me ha hablado
de una isla desierta y yo le he dicho:
pero existe una isla desierta?
Claro que en el mundo existen
muchas islas desiertas, es decir,
espacios rodeados de almas
por todas partes que son las aguas,
aunque desierto e isla son términos
imposibles, sobre todo si se piensa
que el amor no tiene refugio
más que en lo hondo de cada uno,
que es lo que le dije cuando me dijo
aquello de la isla desierta.
Y es sabido que cada uno
lleva dentro su isla desierta
y cuando llegas a verla, no está,
y te encuentras que la llevas contigo
donde vayas, esa isla desierta
que somos cada uno de nosotros,
rodeada de nosotros por todas partes,
de manera que no hay manera de llegar.
12.
Si cuando pienso en la isla desierta
no estuviera pensando en mí mismo,
si cuando me siento en una piedra en lo alto,
no estuviera pensando en mí mismo,
si cuando me visto, me desnudo o me afeito
no estuviera pensando en mí mismo,
no estuviera ahuyentando fantasmas
de mí mismo,
los muchos fantasmas del yomismo
que soy,
si me desenterrara y me rayera
de este yomismo que soy,
quizá sería un hombre libre.
“Entre otros olvidos” de JOSÉ ANTONIO MUÑOZ ROJAS
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